Lídia de Cadaqués

Sinopsis

Septiembre de 1904, Lídia, una pescadera analfabeta e hija de la última bruja de Cadaqués, acoge a Eugeni D’Ors en su casa. La fascinación por el mundo que él representa, tan alejado del suyo, se convierte en una obsesión para ella, que desemboca en un delirio hasta el punto de creerse la Ben Plantada, protagonista de una de las obras del autor.

Nota de intención

Lídia era una pescadera analfabeta, hija de la última bruja de Cadaqués, una herencia que arrastró toda su vida. Era una mujer muy ambiciosa que luchó por educarse y por poder relacionarse con gente de otros perfiles sociales, en una época en la que las mujeres de su clase estaban relegadas a las tareas domésticas. Tuvo una vida trágica en el entorno familiar -su marido se suicidó y sus dos hijos acabaron internados en un centro psiquiátrico-, pero, al mismo tiempo, muy rica y estimulante en el entorno social. Su singular personalidad le permitió relacionarse con las familias acomodadas de Cadaqués -como los Dalí, los Rahola, los Marquina y los Pichot-, y conocer a una serie de artistas e intelectuales de principios del siglo XX, de los que fue amiga y gran inspiradora. Su relación con Eugeni d’Ors fue muy breve, pero intensa. La obsesión que sentía por el escritor y por el mundo de las artes y las letras que él le ofrecía, pronto degeneró en un trastorno delirante paranoico que perduró hasta su muerte.

Nuestra película se centra en el período que comprende desde septiembre de 1904, cuando hospedó a Eugeni d’Ors en su casa, hasta su reencuentro en Sant Pere de Rodes.

Lídia buscaba en la literatura la felicidad que no encontraba en el mundo real, y su obsesión por Eugeni fue, en realidad, un deseo irrefrenable de ser feliz y de escapar del mundo hostil que la rodeaba.

Con esta película me adentro en su imaginario, ver el mundo desde sus ojos, y así acompañarla, íntimamente, hacia su delirio.